La fraternidad en la literatura ecuatoriana
La ex Presidenta y vicepresidenta de la República, doctora Rosalía Arteaga, abrió las conferencias en el Simposio Teológico Internacional, con una ponencia que abordó el tema de la fraternidad en la literatura ecuatoriana. En su intervención destacó la pertinencia del tema que abraza al Simposio y al Congreso Eucarístico Internacional, “Fraternidad para sanar el mundo”, en momentos que vive la humanidad, “con conflagraciones bélicas” así como la “crisis de seguridad” y las “asimetrías existentes en buena parte de América Latina”, al igual que la “más grave situación de violencia e inseguridad que haya tenido en su historia” el Ecuador.
El análisis del tema de la fraternidad en la literatura ecuatoriana se basó en el aporte realizado por el escritor y diplomático Jorge Carrera Andrade, quien, según dijo, “rechaza el estado de la humanidad en permanentes conflictos y controversias e invita a formar una sociedad basada en la fraternidad, el sentido de la comunidad y el contacto con la naturaleza, donde no haya guerras y las personas puedan vivir a plenitud su libertad”.
Para la doctora Arteaga, la literatura de Carrera Andrade rebasa “inclusive los lindes de lo humano para sumergirse en unidad con el planeta, con el cosmos”.
Citó las palabras del poeta, que dice: “yo intento comprender los movimientos de las plantas y animales y me digo: por ahora me basta con la tierra”, con lo que demuestra que es “consciente de la importancia de la naturaleza y de otros seres humanos”, con los que plantea vivir en la “fraternidad”.
Compartió unos versos del poeta ecuatoriano que dice que “Vendrá un día más puro que los otros/ estallará la paz sobre la tierra/ nadie verterá/ la sangre del hermano/ solidaridad, humanidad/ Soy hombre mineral y planta a un tiempo”.
Según la doctora Rosalía Arteaga, en estos versos del poeta se evidencia u a demostración “maravillosa de fraternidad, que está plasmada a lo largo de ese inmortal poema que ha llegado hasta nosotros y que es en verdad un credo universal, una declaración de compromiso permanente para la humanidad y con todo lo que nos rodea”.
Resaltó que la “deshumanización del ser humano en las sociedades modernas a las que el poeta hace referencia, se mantiene vigente y actual en los tiempos en los que vivimos, con una carga pesada de enfrentamiento, de muertes, de riesgos de deshumanización frente al auge de las tecnologías”.
En su disertación destacó que, el tema del Simposio Teológico y del Congreso Eucarístico tiene “implicaciones enormes, que rebasan la mera declaración, porque fraternidad entraña solidaridad, amor, compasión, respeto, tolerancia, hermandad, todos conceptos fundamentales, pero que escasean en el mundo contemporáneo, ya que no están presentes en la toma de decisiones por parte de los líderes, en el accionar de muchos empresarios, así como tampoco en el día a día de los ciudadanos de todas las condiciones y colores”.
