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Quito, sede del Primer Congreso Eucarístico Nacional del Mundo en el año 1886


Los objetivos de los Congresos Eucarísticos son manifestar, acrecentar y propagar la vida católica en todo el mundo por medio del culto de la Eucaristía. Aquí no podemos dejar en el olvido, ya que sería una ofensa a nuestra historia que el I Congreso Eucarístico Nacional del Ecuador se efectuó en la capital en 1886.

Este tuvo como objeto celebrar el segundo centenario del establecimiento del culto público del Sagrado Corazón de Jesús, bajo el patrocinio del Corazón Inmaculado de María, del patriarca Sr. San José y de Santa Rosa de Lima, la cual celebraba el tercer centenario también ese año que tuvo lugar del 21 de junio al 8 de julio de 1886.

Entre sus finalidades fueron: Dar al Sagrado Corazón de Jesús, en nombre de toda la República, un culto público y social de amor y de reparación. Y organizar en toda la República la recolección de fondos, y los demás trabajos conducentes a la pronta construcción de la Basílica del Sagrado Corazón, decretada por la Asamblea Nacional en 29 de febrero de 1884.

PREVIA AL CONGRESO EUCARÍSTICO

Todo se inició con la formación de una Junta Promotora emprendida por el Arzobispo Ordóñez, cuya misión era la de colaborar en los trabajos preparatorios del Congreso. Enseguida se lanzó la invitación que se realizó formalmente el 2 de abril de dicho año, dando a conocer las finalidades de la misma. Se eligió a 8 diputados por cada Diócesis para el Congreso (Cuenca, Guayaquil, Riobamba, Loja, Ibarra y Portoviejo).

Llegó el mes por excelencia y tradición dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. El 11 de junio se dio principio en la iglesia Catedral a la novena del centenario, en la mañana celebraba la misa alguno de los Obispos presentes en Quito. Durante las mismas se rezaban las oraciones de la novena Al Divino corazón de Jesucristo, especialmente redactada por la República del Ecuador.

Por la tarde después del rezo del santo rosario seguido del canto de las letanías lauretanas, tenía lugar las pláticas que fueron dadas por el sacerdote Jesuita Manuel Proaño, todas sobre el tema de la reaparición por el Santísimo Corazón de Jesús. Por último se ponía de manifiesto la majestad y el Señor Obispo González de Ibarra daba con ella la bendición al gentío que llenaba las espaciosas naves del templo.

Para el 14 de junio con la gran mayoría de diputados para el evento, en el gran salón de actos del Colegio Nacional San Gabriel, se hizo una sencilla alocución por parte del Arzobispo de Quito en donde destacó el objeto del Congreso Eucarístico y el espíritu que debía animarlo.

Además se formaron 4 comisiones generales para el estudio de los proyectos del programa. En esta misma sesión el Padre Julio María Matovelle presentó dos proyectos. El uno relativo a mandar al Pontífice la adhesión explícita del Congreso, y copia de todos sus acuerdos implorando su bendición apostólica. Y el otro encaminado a que el Ecuador contribuya como es debido a la celebración del jubileo sacerdotal de su Santidad León XIII.

El radiante día se abre rompiendo el silencio matinal con salvas de artillería, una alarma en la cual los congregados en la vieja ciudad de Quito despertaban aquel memorable 21 de junio de 1886. La Catedral abrió sus puertas para recibir la Santa Comunión. Pan de vida del que se alimentaron todos, sin distinción de clases o condición social.

A la hora programada dio inicio el Santo Sacrificio, la comunión reparadora arrancó muchas lágrimas de perdón e implorando favores a pesar de reconocer su humana fragilidad, lo depositaban en las manos del Rey del Universo de los cuales se hizo el cálculo que 10 mil corazones se convirtieron en sagrarios vivos en aquella ceremonia.

Ya en el colegio San Gabriel estaban presentes el Presidente de la República, Don José María Plácido Caamaño acompañado de sus ministros de Estado. Como también las autoridades civiles locales y autoridades delegadas provinciales. Siendo poco antes de las 12 el Delegado Apostólico entonó el Himno al Espíritu Santo, y al concluirlas el disparo de las salvas, eran el anuncio a la capital de la instalación del Primer Congreso Eucarístico Ecuatoriano. Terminados los discursos el Excmo. Señor Delegado Apostólico expuso solemnemente, el Santísimo Sacramento a la adoración pública en el altar mayor.

Una de las manifestaciones piadosas del Congreso Eucarístico fue la procesión pública y social del Santísimo Sacramento. Por feliz coincidencia, tres días después del Centenario, es decir, el 24 de junio cayó la propia festividad del Corpus Christi. Poco después de las doce salió la procesión, el trayecto tendría la extensión de 14 cuadras, esto quiere decir alrededor de 1200 metros, realizada en el casco colonial de Quito.

La procesión duró como dos horas y tuvo remate en la Plaza Mayor, con la ceremonia más sublime y conmovedora que puede imaginarse. Llegado al altar construido bajo el arco del atrio de la Catedral, el Arzobispo, ascendiendo a un estrado, bendijo con la Hostia Sagrada al numeroso concurso de pueblo allí reunido, y que palpitaba lleno de fe y amor, como si fuera el mismo corazón de la República.

SEGUNDA SESIÓN SOLEMNE DEL CONGRESO

El viernes 2 de julio, celebrase en la Iglesia Metropolitana la fiesta propia del Santísimo Corazón de Jesús, con asistencia de los altos Poderes del Estado y todos los funcionarios públicos, por tener dicha fiesta el carácter de cívica desde la Consagración de la República en 1873.

En este día los actos civiles y religiosos eran hermosos e imponentes, es así como lo califica el joven cronista Pólit Lasso. Estuvo expuesto el Santísimo hasta el anochecer, siendo visitado por innumerable gentío de todas las clases sociales. Antes de darse la solemne bendición con la que se clausuró este hermosísimo día, pronunció un tierno y adecuado Panegírico el Señor Obispo de Ibarra, Dr. D. Pedro Rafael González y Calisto.

CLAUSURA DEL I CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL

Por la mañana del jueves 8 de julio, día destinado para la clausura del Congreso Eucarístico, se celebró en la Iglesia Metropolitana la solemne misa en honor de Santa Rosa de Lima, cuyo segundo centenario se proponía conmemorar igualmente el Congreso.

A las once del día volvió a reunirse el Congreso Eucarístico con la misma solemnidad que en las dos sesiones anteriores, para celebrar la de clausura bajo el patrocinio de Santa Rosa de Lima, cuya efigie se había colocado en sitio prominente del altar principal. Se leyeron los últimos acuerdos del Congreso, para continuar con una ceremonia de juramento al Corazón de Jesús de los diputados, la cual al finalizar el coro de la Catedral entonó el solemne canto del Te Deum, después del cual el Delegado Apostólico dio la bendición a los concurrentes con el Santísimo Sacramento y de esta manera clausuró el primer Congreso Eucarístico del Ecuador.

Hasta una próxima entrega para seguir conociendo los Congresos Eucarísticos Nacionales.

Por: Vicente García

FUENTES

  • Mlle Tamisier in The Sentinel of the Blessed Sacrament (Nueva York, julio de 1911)
  • VAUDON, L’Œuvre des Congrès Eucharistiques (Paris y Montreal,1910)
  • L’Idéal (Paris, 1910).
  • Vatican News
  • Invitación a todos los católicos ecuatorianos para el Congreso Eucarístico
  • Revista del Corazón de Jesús

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