El signo del Pan enardece en el pueblo de Dios el deseo de fraternidad: Papa Francisco
En un ambiente de fiesta, miles de fieles católicos participaron en la solemne misa inaugural del 53° Congreso Eucarístico Internacional, que inició con una procesión presbiteral y de todos los ministros concelebrantes. Tras los ritos iniciales, se compartió un vídeo mensaje enviado por el Papa Francisco en el que expresó su alegría de poder participar a la distancia en este gran encuentro eclesial con el tema “Fraternidad para sanar el Mundo”.
En su mensaje, el Santo Padre destacó que para el Congreso se haya escogido el tema de la fraternidad, que -según dijo- es “condición esencial para un mundo nuevo, un mundo más justo, un mundo más humano”.
Explicó que “el signo del Pan, enardece en el pueblo de Dios el deseo de fraternidad; pues del mismo modo que no se puede elaborar el Pan con único grano, también nosotros debemos caminar juntos, pues siendo muchos, somos un único cuerpo, un único Pan”, según han expresado los primeros Padres de la Iglesia.
Para el Obispo de Roma, la “fraternidad debe ser además proactiva” y tras recordar un pensamiento de la religiosa alemana Angela Autsch, muerta en el campo de concentración de Auschwitz, quien “invitaba a sus pequeños sobrinos, que se acercaban por primera vez a la Sagrada Comunión, invitaba a sus parientes algo alejados, invitaba también aquellos que permanecían devotos a revelarse contra ese mal, con gestos sencillos; y en ciertos ambientes, peligrosos, a acercarse, lo más posible al Sacramento del Altar, a revelarse comulgando”.
Según dijo, “Estos gestos sencillos, son los que nos hacen más conscientes, de que, si un miembro sufre, todo cuerpo sufre con él. Son ellos los que nos ayudan a hacernos cirineos de Cristo, que tomó sobre sí el peso del dolor del mundo, para sanar el mundo.”
En la parte final de su vídeo mensaje, el Papa Francisco invitó a aprender “esta lección” y recobrar “esta fraternidad radical con Dios y entre los hombres. Son uno, en el único Señor de nuestra vida, somos uno, de una forma que no somos capaces de entender plenamente, pero lo que sí entendemos es que solo en esa unidad, podemos servir al mundo y sanarlo”.