Amo porque Dios me amó primero: Mons. Bienvenu Manamika.
El tercer día del Simposio Teológico “fraternidad para sanar el mundo” inició este viernes, 6 de septiembre, con la celebración de la Santa Misa, presidida por Mons. Bienvenu Manamika, arzobispo de Brazzaville (República del Congo, África). La Eucaristía, que se ofició en la iglesia de la parroquia María Auxiliadora – El Girón, tuvo la dedicación al Sagrado Corazón de Jesús, al ser primer viernes de mes.
La devoción al Sagrado Corazón tiene una especial devoción en el pueblo ecuatoriano, que guarda el privilegio de haber sido el primer país del mundo en ser consagrado al Sacratísimo Corazón de Jesús.
En la celebración, Monseñor Manamika invitó a los fieles a examinar el estado de su corazón, evaluando si verdaderamente refleja a Dios y su amor.
A partir de la lectura del Evangelio de Juan 15, 9-17, que resume la enseñanza de Jesús que recuerda que la salvación se alcanza permaneciendo en su amor y cumpliendo sus mandamientos, que se sintetiza en el amor a Dios y al prójimo.
“Queridos todos, recordamos que esta celebración pone de relieve dos realidades, la realidad del corazón de Dios, que es sagrado, con amor, y la realidad del corazón del hombre, que debe ser consagrada a Él por amor, para vivir de su amor y en su amor”, haciendo referencia al Sagrado Corazón.
La consagración del Ecuador al Sagrado Corazón es un llamado a que sus habitantes vivan el amor de Dios para la salvación de la humanidad, recordando que Dios nos amó primero, lo que nos motiva a amarlo a Él y a nuestros hermanos.
“Y si le preguntaran a cada uno de nosotros por qué amamos, creo que la única respuesta válida sería decir: amo porque Dios me amó primero”, concluyó monseñor.
tras concluir la celebración litúrgica, los participantes se dirigieron al Centro Cultura de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, para asistir a las conferencias programadas en el Simposio Teológico.