Así como la Eucaristía, también el Congreso es una experiencia no una idea
Saludo de bienvenida del P. Corrado Maggioni, Presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, al inicio de las conferencias y reflexiones del IEC 2024.
9 de septiembre de 2024
Así como la Eucaristía, también el Congreso es una experiencia no una idea. El trabajo de reflexión que comenzamos hoy es algo vital: escucha, encuentros y relaciones.
Me gustaría sugerir tres palabras fruto de la experiencia eucarística. La primera es “gracias”. Como la Eucaristía que significa acción de gracias, también este Congreso es animado de la acción de gracias. Primero que todo, gracias al Señor. A lo largo de los años de preparación del Congreso pudimos constatar de diversos modos la obra de la Providencia, por poner un ejemplo, mencionaré el Evangeliario. ¿Quién nos habla de la fraternidad? El Evangelio, el símbolo elegido para prepararse al Congreso, aquí en Ecuador, fue el Evangeliario, el cual fue preparado en un mes para ser firmado por el Papa.
Providencialmente el padre Juan Carlos Garzón, secretario general del Congreso, lo recibió en el mismo aeropuerto en el instante previo de la salida del avión para Roma.
En segundo lugar, gracias a quienes han organizado este Congreso, al Señor Arzobispo de Quito Alfredo José Espinoza Mateus, a sus obispos auxiliares, al comité local, a las distintas comisiones ejecutivas que han realizado un trabajo notable. Un aplauso para todos quienes han trabajado y nos han acogido en estos días.
La segunda palabra es “hacer juntos”. La Eucaristía es un “hacer juntos”. Así también el Congreso es un “hacer juntos”. La organización ha sido un “hacer juntos”. El Papa, ayer, en su videomensaje al Congreso ha utilizado una bella imagen, diciendo: “no se puede elaborar el pan con un único grano”. Del mismo modo no se puede preparar un Congreso con una sola persona, así, toda esta “masa” que nos ofrece el Congreso es fruto de varios granos de trigo triturados y amasados como un pan. La Eucaristía es pan de fraternidad, también el Congreso es pan de fraternidad.
En fin, la última palabra, “pueblo”. La Iglesia es un pueblo. La Eucaristía es un evento del pueblo. También el Congreso Eucarístico Internacional es un evento “popular”. Este no es un encuentro de una categoría cualquiera del pueblo de Dios, sino que el Congreso Eucarístico es un encuentro de todo el pueblo de Dios: jóvenes, ancianos, enfermos, obispos, laicos, sacerdotes; el pueblo santo de Dios es representado por nosotros aquí convocados desde diversos lugares del mundo para celebrar los Santos Misterios de la Eucaristía, profesar nuestra fe, encontrarnos con personas que provienen de otros países.
A nombre del Pontificio Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales deseo saludar a los delegados nacionales nominados por las conferencias episcopales de los varios países que han venido a Quito y han trabajado para promover el Congreso. Un verdadero gracias de corazón.
Muchísimas gracias a todos.