Ecuador, país oficialmente consagrado al Inmaculado Corazón de María
San Lucas, el evangelista de la infancia de Jesús, es el que se refiere expresamente al Corazón de la Sma. Virgen María. En el nacimiento de Jesús en Belén, cuando los pastores acuden presurosos al pesebre para ver al recién nacido Mesías, Cristo el Señor, encontraron a María, a José y al Niño acostado en el pesebre. Al verlo, los pastores dieron a conocer lo que les habían dicho los ángeles acerca de aquel niño. «Todos los que lo oyeron se maravillaban de
lo que los pastores les decían, María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19).
De estos pasajes del Evangelio podemos deducir que el Corazón de María es aquel núcleo íntimo de su personalidad, de su alma y de su espíritu en el que medita y reflexiona en la Palabra de Dios y en los acontecimientos salvíficos. El Corazón de María es aquel recinto misterioso de su persona en el cual se cultivan los sentimientos más nobles como el del amor, de la ternura, de la abnegación y generosidad.
El Corazón de María significa también el alma de la Sma. Virgen que fue preparada por Dios para ser digna morada del Espíritu Santo. Y puesto que el alma de María fue preservada de todo pecado desde el primer instante de su existencia y fue colmada de la plenitud de la santidad y de la gracia, con razón se le da al Corazón de María los calificativos de Purísimoo Inmaculado.
Al Inmaculado Corazón de María fue consagrada oficialmente nuestra Patria ecuatoriana hace más de cien años y esa consagración fue como una ratificación y complementación de la consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, realizada algunos años antes, el 25 de marzo de 1874.
La consagración del Ecuador al Inmaculado Corazón de María se realizó en un proceso que consta de los siguientes actos: El 10 de julio de 1892 se realizó en la ciudad de Quito un acto solemne de carácter religioso y civil. Hacia las once de la mañana salió de la Catedral Metropolitana, en dirección a la colina de San Juan, en donde actualmente está edificada la Basílica del Voto Nacional, una grandiosa y solemne procesión.
En ella iban formados en hileras los alumnos de las escuelas y colegios, los fieles miembros de las asociaciones piadosas, los seminaristas, el clero, el cabildo metropolitano, los obispos del Ecuador y sus representantes, presididos por el Arzobispo de Quito, llmo. José Ignacio Ordóñez, el Presidente de la República, Dr. Luis Cordero, los presidentes de las cámaras del Senado y de diputados y demás magistrados civiles.
De este lugar se llevaron a cabo las ceremonias de la colocación de la llegada, la procesión a la colina donde se construyó la Basílica, en este lugar se llevaron a cabo las ceremonias de la colocación de la primera piedra de la construcción de la Basílica del Voto Nacional y de la Consagración del Ecuador al Corazón Inmaculado de María.
Del texto del acta de consagración al Corazón Inmaculado de María se deduce que esta consagración tiene el sentido de una ratificación y complementación de la consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, consagración que se había realizado en marzo de 1874. Por eso, en dicha acta se decía:
«Oh Corazón Inmaculado de María, en Ti, como en un limpísimo altar, depositamos este humilde don (de la consagración al Corazón de Jesús), confiando que por tu mediación poderosa, será nuestra pobre ofrenda bondadosamente aceptada por el Señor. Corazón Sacratísimo de Jesús, conserva incólume a la República del
Ecuador. Corazón Inmaculado de María, ruega a Jesús por nuestra República protégela y
defiéndela”.
Este mismo sentido de la consagración al Inmaculado Corazón de María fue explicado por los prelados del Ecuador en una carta colectiva del 9 de julio de 1892: «Para hacer eficaz y práctica la Consagración de nuestra República al Corazón Divino de Jesús, esindispensable que la misma República se consagre también al Corazón Purísimo e Inmaculado de María».
Además la consagración del Ecuador al Corazón Inmaculado de María tenía el significado de un ofrecimiento a Jesucristo del don de la construcción de la Basílica del Voto Nacional, que se iniciaba en esa fecha con la colocación de la primera piedra, y se hacía ese ofrecimiento por la eficaz mediación de María. «Principiamos hoy a construir un templo (la Basílica) en honor del Salvador -decían los prelados- necesario es que ofrezcamos este don
a Jesucristo nuestro Señor por medio de María».
En fin, la consagración del Ecuador al Inmaculado Corazón de María era un reconocimiento oficial y solemne que hacía el Ecuador de la Madre del Redentor por Patrona, Protectora y Abogada especial de nuestro pueblo. Expresamente declararon los prelados del Ecuador:
«En esta virtud, como Pastores que somos de esta Iglesia, consagramos solemne e irrevocablemente la República del Ecuador al Corazón Purísimo e Inmaculado de María; obligándonos a reconocer desde hoy a la Madre Divina del Redentor por Patrona, Protectora y Abogada especial de nuestro pueblo, y nuestra intercesora eficaz ante el trono de misericordias».
Para perpetua recordación de esta consagración del Ecuador al Corazón Inmaculado de María se determinó construir en el ábside de la Basílica del Voto Nacional una suntuosa capilla dedicada en nombre de toda la República, al Purísimo Corazón de María. Esta capilla fue consagrada el 12 de diciembre de 1909, y es la parte de la Basílica que ha estado desde entonces abierta al culto público con el servicio de los Misioneros Oblatos de los Santísimos Corazones de Jesús y de María, quienes han sido también los eficaces ejecutores del Voto Nacional con la construcción de la Basílica.
La consagración del Ecuador al Inmaculado Corazón de María fue ratificada oficialmente por el Congreso Nacional, mediante decreto legislativo del 5 de agosto de 1892. En aquel decreto se decía: «La legislatura, por su parte, consagra también el Ecuador al Corazón Inmaculado de María y reconoce a la augusta Madre de Dios por excelsa Reina, amantísima Madre y especial protectora de la República».
El Congreso comprometía al Poder Ejecutivo a solicitar de la Santa Sede, de acuerdo con los ilustrísimos Prelados, que el Corazón Inmaculado de María fuese declarado, después del Divino de Jesús, Patrón principal de esta República.
En fin, el Congreso Nacional decretó la erección, en la cima del Panecillo, de una estatua de bronce de la Santísima. Virgen con esta inscripción en el pedestal: «El Ecuador a la Madre de Dios, Augusta Reina, Amabilísima Madre y Soberana Protectora de esta República»
Por la decidida y eficaz actuación del Rvdo. P. Rigoberto Correa y de la Congregación de Oblatos se dio cumplimiento al decreto legislativo, cuando se erigió en la cima del Panecillo la estatua de la Sma. Virgen María en la advocación de la «Virgen de Quito» o «Inmaculada de Legarda». El pueblo católico de Quito se congregó multitudinariamente en el Panecillo, cuando en marzo de 1976, se inauguró este monumento que recuerda perpetuamente la consagración del Ecuador al Inmaculado Corazón de María.
La Santa Sede ratificó, con su autoridad suprema, esta consagración de nuestra Patria al Inmaculado Corazón de María, cuando Su Santidad el Papa León XIII, mediante decreto de la Sagrada Congregación de Ritos, del 4 de marzo de 1895, se dignó constituir y declarar a la Madre de Dios María, en el título de su Corazón Purísimo, principal Patrona ante Dios, de toda la República del Ecuador, con todos los privilegios y honores que por derecho competen
a los Patronos principales de cada lugar.
En el calendario litúrgico propio del Ecuador, celebramos la solemnidad del Inmaculado Corazón de María, Patrona principal del Ecuador, el sábado posterior al II domingo de Pentecostés.
Sagrado Corazón de María, sed la salvación del alma mía.
Por Vicente García